¿Hasta qué punto nuestra personalidad se constituye con la herencia de nuestros padres o mediante el aprendizaje en nuestro entorno?
Para comenzar, deberíamos analizar qué es la personalidad. Según nuestro libro de Filosofía, este término hace referencia al conjunto de cualidades que nos constituye como ser único e irrepetible. La personalidad está formada por dos factores condicionantes y totalmente distintos: el temperamento y el carácter. En la vida cotidiana, estas dos palabras son sinónimos para la gran mayoría de la población; sin embargo, no podríamos estar más equivocados, ya que cada uno de los términos ha derivado en diferentes teorías psicológicas totalmente opuestas. A continuación voy a explicar todas las diferencias existentes, las teorías que se han formulado y en qué se basan para determinar, tal y como dice el título de la disertación, hasta qué punto nuestra personalidad se constituye con nuestra herencia genética o mediante el aprendizaje del entorno.
En primer lugar, ¿cómo podemos definir temperamento y carácter? Está claro que ambos son totalmente distintos, pero, ¿qué es aquello que los diferencia y que nos ha pasado desapercibido hasta ahora? Yo, al pensarlo no sé cómo no me he podido dar cuenta hasta hace poco de que eran totalmente opuestos ya que la diferencia es muy notable. Básicamente, se podría decir que el temperamento está dentro y el carácter fuera. Es decir, el temperamento son aquellas características que "traemos de serie", nuestra herencia genética, y que por tanto no puede ser modificado ni controlado; mientras que el carácter es todo lo contrario: se forma gracias a la construcción personal de nuestra forma de ser resultante de nuestras decisiones y los hábitos adquiridos, por lo que puede ser modificado y controlado. Así pues podríamos decir que la característica de la timidez pertenece al temperamento dado que no ha sido aprendido y la buena educación al carácter porque nos han enseñado a ser respetuosos, por ejemplo. Finalmente, la suma del temperamento más el carácter nos da como resultado la personalidad, que tiene tres características fundamentales: la singularidad, la consistencia y la estabilidad. El equilibrio de las tres llevará a la personalidad madura.
Ahora que ya sabemos la diferencia entre ambos, podemos deducir muy claramente las dos corrientes psicológicas a las que han dado lugar: las teorías endógenas, aquellas que apoyan la primacía del temperamento sobre el carácter, y la exógenas, que afirman que el entorno, y por tanto el carácter, es determinante. Asimismo, también encontramos las teorías interaccionistas de la personalidad en las que intervienen tanto el carácter como el temperamento. Seguidamente, explicaré cada una de ellas.
Por una parte, vamos a analizar las teorías endógenas de la personalidad. Existen dos principales: el modelo psicobiológico de Eysenck y la teoría de los constructos personales de Kelly.
La propuesta de Eysenck explica la personalidad atendiendo a características biológicas de carácter hereditario, por lo que reduce la personalidad a tres dimensiones: la estabilidad emocional o neuroticismo (la persona emocionalmente estable suele ser apacible mientras que la inestable tiende a la inquietud), la extroversión y la introversión (la persona extrovertida tiene tendencia a ser sociable pero no significa que la introvertida no lo sea) y el psicoticismo (todos tenemos un punto de psicosis desde que nacemos pero si este se agrava es entonces cuando se convierte en una enfermedad). La combinación de estas dimensiones dará lugar a cuatro tipologías de personalidad: extrovertido-estable, extrovertido-inestable, introvertido-estable e introvertido-inestable.
Kelly propone la teoría congnitivista o de los constructos personales. Básicamente, lo que él dice es que percibimos el mundo de la manera que somos nosotros, apoyándonos en nuestras experiencias, sentimientos o pensamientos. Los seres humanos tendemos a anticiparnos al mundo y, aunque no lo afirmemos, todos tenemos prejuicios que vamos adquiriendo gracias a esas experiencias y sentimientos. Pongamos un ejemplo para comprenderlo mejor: supongamos que nos presentan a una persona por primera vez. Automáticamente sin pretenderlo llevamos a cabo un análisis de esta persona basándonos en todo lo mencionado anteriormente. Este proceso, en el que intervienen la atención, la percepción, la memoria, la motivación y el aprendizaje, es lo que Kelly llama constructo personal. Si se confirma nuestra hipótesis, deduciremos que ese constructo funciona y lo volveremos a emplear de nuevo en otra situación. Según Kelly, así es como se configura nuestra personalidad, es decir, somos la suma de todos nuestros constructos.
Por otra parte, encontramos la propuesta conductista de J. Dollard y N. Miller dentro del grupo de las teorías exógenas. Ellos afirman que el origen y fundamento de la personalidad se encuentra en el entorno que rodea al individuo y que lo hace a partir de los siguientes términos: hábito, impulso y reforzador. En conjunto, esta teoría se basa en la asociación de un estímulo a una respuesta. Por ejemplo: un bebé llora porque tiene hambre, así que su madre le da de comer y él deja de llorar. Así, el bebé aprenderá que llorando conseguirá lo que quiere (el llorar se convierte en hábito, el hambre en impulso y la madre actúa como reforzadora de su conducta)-(ejemplo cogido del libro de Filosofía)-. Por tanto, la propuesta de la configuración de la personalidad de Dollard y Miller se fundamenta en el aprendizaje.
Finalmente, tenemos las teorías interaccionistas de la personalidad de Allport y Rogers.
La teoría de los rasgos de Allport hace hincapié en la singularidad de cada ser humano y el deseo que tenemos por alcanzar una existencia plena, por ello para él es esencial el concepto de los rasgos, que configuran nuestra manera de ser (propium); mientras que la psicología centrada en la persona de Rogers afirma que el ser humano esta inclinado a construir su vida lo mejor posible y tiene el deseo de sacar el máximo partido a nuestras potencilidades. Cuando aquellas alcanzan el grado máximo de desarrollo, se consigue la personalidad madura, es decir, la autorrealización. Esta depende de la relación que el "yo verdadero" establezca con el "yo ideal" que el entorno proyecta sobre nosotros.
Para concluir, ahora que ya sabemos todo lo que necesitábamos, responderé a la pregunta principal de la disertación. Yo creo que tanto la herencia genética, es decir, el temperamento, como el entorno que nos rodea, o sea, el carácter, son determinantes para la configuración de nuestra personalidad, ya que tú puedes ser de una manera pero "ser moldeado" a causa del entorno en el que vives, con quién te relacionas o las actividades que haces, por ejemplo; sin embargo, yo pienso que tu temperamento siempre va a estar allí, aunque lo tengas muy "escondido" e intentes no enseñarlo y que en algún momento que no puedas controlarlo va a salir a luz, como en el caso de las personas sensibles como yo: aunque intententemos manejar nuestros sentimientos, no siempre es posible y hay veces que, por los nervios o por cualquier otra razón, acabamos expresándolos de una forma u otra. Así pues, la teoría de la personalidad que a mí más me convence es la de Rogers puesto que él apoya que la autorrealización depende de la relación que se establezca entre el "yo verdadero" con el "yo ideal", como he dicho antes. Para mí esta es la mejor y más completa de todas las teorías porque tiene en cuenta las dos caras de la moneda y realiza una propuesta en la que ambas se complementan y en la que la unión de las dos configuran la personalidad madura al 100%, porque, al fin y al cabo, yo creo que no es ni una cosa ni la otra, dado que entonces faltaría algo, aunque fuese una pequeña parte que no haría que la personalidad estuviese completa totalmente.
Por una parte, vamos a analizar las teorías endógenas de la personalidad. Existen dos principales: el modelo psicobiológico de Eysenck y la teoría de los constructos personales de Kelly.
La propuesta de Eysenck explica la personalidad atendiendo a características biológicas de carácter hereditario, por lo que reduce la personalidad a tres dimensiones: la estabilidad emocional o neuroticismo (la persona emocionalmente estable suele ser apacible mientras que la inestable tiende a la inquietud), la extroversión y la introversión (la persona extrovertida tiene tendencia a ser sociable pero no significa que la introvertida no lo sea) y el psicoticismo (todos tenemos un punto de psicosis desde que nacemos pero si este se agrava es entonces cuando se convierte en una enfermedad). La combinación de estas dimensiones dará lugar a cuatro tipologías de personalidad: extrovertido-estable, extrovertido-inestable, introvertido-estable e introvertido-inestable.
Kelly propone la teoría congnitivista o de los constructos personales. Básicamente, lo que él dice es que percibimos el mundo de la manera que somos nosotros, apoyándonos en nuestras experiencias, sentimientos o pensamientos. Los seres humanos tendemos a anticiparnos al mundo y, aunque no lo afirmemos, todos tenemos prejuicios que vamos adquiriendo gracias a esas experiencias y sentimientos. Pongamos un ejemplo para comprenderlo mejor: supongamos que nos presentan a una persona por primera vez. Automáticamente sin pretenderlo llevamos a cabo un análisis de esta persona basándonos en todo lo mencionado anteriormente. Este proceso, en el que intervienen la atención, la percepción, la memoria, la motivación y el aprendizaje, es lo que Kelly llama constructo personal. Si se confirma nuestra hipótesis, deduciremos que ese constructo funciona y lo volveremos a emplear de nuevo en otra situación. Según Kelly, así es como se configura nuestra personalidad, es decir, somos la suma de todos nuestros constructos.
Por otra parte, encontramos la propuesta conductista de J. Dollard y N. Miller dentro del grupo de las teorías exógenas. Ellos afirman que el origen y fundamento de la personalidad se encuentra en el entorno que rodea al individuo y que lo hace a partir de los siguientes términos: hábito, impulso y reforzador. En conjunto, esta teoría se basa en la asociación de un estímulo a una respuesta. Por ejemplo: un bebé llora porque tiene hambre, así que su madre le da de comer y él deja de llorar. Así, el bebé aprenderá que llorando conseguirá lo que quiere (el llorar se convierte en hábito, el hambre en impulso y la madre actúa como reforzadora de su conducta)-(ejemplo cogido del libro de Filosofía)-. Por tanto, la propuesta de la configuración de la personalidad de Dollard y Miller se fundamenta en el aprendizaje.
Finalmente, tenemos las teorías interaccionistas de la personalidad de Allport y Rogers.
La teoría de los rasgos de Allport hace hincapié en la singularidad de cada ser humano y el deseo que tenemos por alcanzar una existencia plena, por ello para él es esencial el concepto de los rasgos, que configuran nuestra manera de ser (propium); mientras que la psicología centrada en la persona de Rogers afirma que el ser humano esta inclinado a construir su vida lo mejor posible y tiene el deseo de sacar el máximo partido a nuestras potencilidades. Cuando aquellas alcanzan el grado máximo de desarrollo, se consigue la personalidad madura, es decir, la autorrealización. Esta depende de la relación que el "yo verdadero" establezca con el "yo ideal" que el entorno proyecta sobre nosotros.
Para concluir, ahora que ya sabemos todo lo que necesitábamos, responderé a la pregunta principal de la disertación. Yo creo que tanto la herencia genética, es decir, el temperamento, como el entorno que nos rodea, o sea, el carácter, son determinantes para la configuración de nuestra personalidad, ya que tú puedes ser de una manera pero "ser moldeado" a causa del entorno en el que vives, con quién te relacionas o las actividades que haces, por ejemplo; sin embargo, yo pienso que tu temperamento siempre va a estar allí, aunque lo tengas muy "escondido" e intentes no enseñarlo y que en algún momento que no puedas controlarlo va a salir a luz, como en el caso de las personas sensibles como yo: aunque intententemos manejar nuestros sentimientos, no siempre es posible y hay veces que, por los nervios o por cualquier otra razón, acabamos expresándolos de una forma u otra. Así pues, la teoría de la personalidad que a mí más me convence es la de Rogers puesto que él apoya que la autorrealización depende de la relación que se establezca entre el "yo verdadero" con el "yo ideal", como he dicho antes. Para mí esta es la mejor y más completa de todas las teorías porque tiene en cuenta las dos caras de la moneda y realiza una propuesta en la que ambas se complementan y en la que la unión de las dos configuran la personalidad madura al 100%, porque, al fin y al cabo, yo creo que no es ni una cosa ni la otra, dado que entonces faltaría algo, aunque fuese una pequeña parte que no haría que la personalidad estuviese completa totalmente.
Irene, me ha gustado mucho como has explicado las diversas teorías y los ejemplos que has dado (la timidez y la educación).
ResponderEliminarA su vez la manera en la que has puesto en manifiesto tu opinión mientras que lo seguías relacionando con las teorías.
Muchas gracias Patricia!
EliminarIrene!!! Me ha encantado tu disertación, y la manera en que la vas desarrollando según los filósofos. Sobre todo tú conclusión en la que con un ejemplo y apoyándote en una teoría dejas claro que es el temperamento para las personas que te conocen jajaja. Enhorabuena!!
ResponderEliminarJajaja, gracias Elenaa!!
EliminarHola Irene!! Que buena disertación! Para empezar, me parece que has explicado bastante bien lo que es la personalidad y sus teroías basándote en los diferentes psicólogos que hemos aprendido. Asimismo, me parece que esta muy trabajado y considero que este materia será bastante buena para el estudio del tema anteriormente aprendido.Respecto a tu opinión, pienso lo mismo que tu, por mucho que queramos esconder o evitar algún sentimiento no lo vamos a poder controlar. Sin embargo, respecto a las teorías interaccionistas, me convence más la de Allport ya que considero que hay una serie de rasgos propios que determinan tu personalidad. Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Anaa!! Yo también estoy de acuerdo con Allport en que estamos formados por un conjunto de rasgos, pero lo que me ha hecho inclinarme por Rogers es su forma de definir lo que es la autorrealización, y por tanto la personalidad madura, ya que, bajo mi punto de vista, creo que es totalmente cierto que solo podemos alcanzarla cuando nuestro "yo verdadero" está en relación con el "yo ideal" que el entorno proyecta sobre nosotros porque ese es el punto en que nos aceptamos como somos de verdad sin dejar que el entorno ("yo ideal") nos influencie más de lo que debe.
EliminarHola Irene!!! La disertación es ESPECTACULAR, me ha gustado como has explicado las teorías está todo muy bien y es muy fácil de comprender. Además está muy bien trabajado y muy bien estructurado. Pienso prácticamente igual que tú, yo opino que el entorno y el propio sujeto son el origen y fundamento de la personalidad y es una mezcla de todas las teorías ya que cojo partes de cada una y las junto todas en una. Enhorabuena!!!
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